
Las plantas carnívoras se alimentan normalmente de insectos e incluso pequeños vertebrados. Sin embargo, estas plantas no quieren capturar a todos los insectos puesto que algunos son los encargados de dispersar su polen. La estrategia más común para evitar la depredación accidental de los polinizadores es separar espacialmente las hojas-trampa de las flores. Sin embargo, en Drosophyllum lusitanicum —una especie endémica del SO de la península Ibérica y parte de África— esto no ocurre, pero tiene otra estrategia. Su estrategia es sintetizar una serie de compuestos que le ayudan a atraer a sus depredadores a las hojas y a los polinizadores a las flores.
¿Cómo se alimenta una planta carnívora?
Las plantas carnívoras, sin entrar en muchos detalles, se alimentan de los nutrientes esenciales de animales invertebrados (especialmente insectos) e incluso algunos pequeños vertebrados. Estos animales quedan atrapados en las estructuras de la planta destinadas a capturar presas, y es aquí donde se produce el proceso de digestión mediante unas enzimas que sintetizan la planta.
La estructura capturadora puede ser de diversas formas. Pueden ser unas pinzas, como la famosa venus atrapamoscas. Puede ser una trampa de caída, una trampa con forma de jarrón o de copa con un líquido acuoso al fondo donde los insectos se ahogan. Las trampas mecánicas, similares a la anterior pero con una trampilla que cierra el orificio de entrada-salida. También tenemos la trampa «olla de langosta», trampas con fácil entrada pero difícil salida puesto que esta está obstruida por pelos rígidos que apuntan hacia adentro. Y, por último, la estructura del género Drosophyllum (también de Drosera, Byblis, y Pinguicula) son los pelos pegajosos.
¿Cómo son polinizadas las plantas carnívoras?
En algunos casos ocurre que un polinizador es capturado, obteniendo la planta un beneficio nutricional a corto plazo, pero una limitación en su eficacia reproductiva. Para evitar esto, las plantas carnívoras han desarrollado diversas estrategias. Entre ellas cabe destacar la estrategia que consiste en separar exageradamente las estructuras reproductivas del resto de estructuras de la planta. Podemos ver como en Drosera cuneifolia (Droseraceae) la flor se separa de las hojas-trampa por un largo pedúnculo (tallo que sujeta la flor). De esta manera se evita que los insectos polinizadores no caigan accidentalmente en las estructuras trampa y la flor pueda reproducirse con éxito.

Drosophyllum lusitanicum y su estrategia para evitar depredar a sus polinizadores
Drosophyllum lusitanicum es una especie muy rara e interesante, endémica del suroeste de la península ibérica y extremo noroccidental de África. Es frecuente encontrarla en las sierras del este y suroeste de la provincia de Cádiz. Esta planta carnívora es un tanto rara debido a que su estructura reproductiva no está separada del resto de la planta. Esto es poco común en especies carnívoras puesto que los polinizadores pueden ser capturados accidentalmente al intentar polinizar las flores y encontrarse con las hojas-trampa muy cerca de estas.
En una reciente investigación, liderada por Fernando Ojeda, Catedrático de botánica de la Universidad de Cádiz, se ha descrito algo increíble acerca de la Drosophyllum lusitanicum (Drosophyllaceae). Esta especie evita la depredación de sus insectos polinizadores mediante la síntesis de compuestos volátiles (COVs) y semivolátiles.
Por un lado, en las hojas-trampa se ha encontrado una gran abundancia relativa de COVs como aldehídos y ácidos carboxílicos. Estos compuestos tienen un olor dulce-rancio, similar al olor de la fruta pasada o sobremadurada. Este aroma atrae principalmente a las moscas y polillas, siendo capturadas y digeridas por la planta carnívora, sin perder eficacia reproductiva por ello.
Por otro lado, en la estructura reproductiva, concretamente en las flores, encontramos una gran abundancia de alcanos. Algunos de estos compuestos son análogos a las feromonas de coleópteros y de himenópteros (como las abejas), los principales polinizadores de esta especie. De esta manera, la planta atrae a sus polinizadores a la parte exacta donde tienen que realizar su función, evitando su depredación y la consecuente pérdida de la eficacia reproductiva.
Además, también se ha visto que el color, tamaño y forma de las flores de esta especie también juega un papel importante a la hora de atraer y orientar a los polinizadores. Las flores suelen ser grandes, enforma de embudo o cartucho y de un color amarillo muy llamativo.
Actualmente Fernando Ojeda está coordinando un estudio de polinizadores y otros artrópodos en el ecosistema de las herrizas en el Parque Natural de Alcornocales (Cádiz), donde vive esta especie carnívora, que podrá seguir aportando información sobre las relaciones de estas plantas con sus presas y polinizadores. Este estudio se lleva a cabo gracias a proyectos de la Universidad de Cádiz en colaboración con la Fundación Biodiversidad y con Endesa.
En este podcast que te compartimos a continuación el profesor Ojeda ya habló de este fenómeno más en profundidad, así como de otros aspectos de esta interesante especie.
Escucha»Conociendo la planta carnívora Drosophyllum lusitanicum, con Fernando Ojeda | Oikos #34″ en Spreaker.