
Un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change apunta que las actuales políticas de mitigación del cambio climático, como las tasas al carbono o el sistema integral de comercio de emisiones, podrían provocar serios impactos en la agricultura, y con ellos, más hambrunas e inseguridad alimentaria que las provocadas directamente por el propio cambio climático. Los investigadores no rechazan las políticas de mitigación del cambio climático, sino que hacen falta unas políticas más concretas, inteligentes y efectivas.
Con las actuales medidas de mitigación, las personas pasando hambre en el mundo podrían aumentar en 170 millones.
Esta investigación es la primera a nivel internacional que estudia los efectos del cambio climático en la agricultura añadiendo los costes y los efectos de las políticas de mitigación, y analiza las efectos sobre la seguridad alimentaria y potenciales hambrunas para el año 2050.
La investigación está liderada por Tomoko Hasegawa (del International Institute for Applied Systems Analysis -IIASA- y del Japan’s National Institute for Environmental Studies – NIES -) y por Shinichiro Fujimori (IIASA y profesor de la Universidad de Kioto).
Los investigadores han calculado diferentes modelos globales teniendo en cuenta diferentes trayectorias socioeconómicas, diferentes niveles de cambio climático y si se emplearían o no las actuales políticas de mitigación.
En 2050, los modelos apuntan que, en promedio, se incrementarían en 24 millones de personas las que estarán en riesgo de pasar hambre debido al cambio climático. Pero si se incluyen en los modelos las actuales medidas de mitigación, como un impuesto global al carbono o un sistema integral de comercio de emisiones que aplique las mismas reglas a todos los sectores de la economía, se triplicaría la cifra de personas en riesgo, aumentando en 78 millones de personas (170 millones en el peor de los modelos). Este efecto es debido al aumento esperado de los precios de los alimentos básicos. Las áreas más afectadas serán Africa sub-sahariana e India.
La agricultura es clave para las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para la comunidad científica está claro que la agricultura es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero y que es un sector que tiene que implicarse mucho en la reducción de emisiones. Pero esta investigación demuestra que es un tema que hay que tratar con mucho cuidado a la hora de implementar las medidas de mitigación.
Por ejemplo, todos los modelos mostraron que la implementación de medidas, tales como un impuesto sobre el carbono, aumenta el costo de la producción de alimentos. Esto puede deberse a efectos directos, a través de tasas a las emisiones de la agricultura o tasas sobre cambios de uso del suelo para tener nuevas tierras agrícolas. Pero también a efectos indirectos, como el aumento de la demanda del biodiesel, el cual compite directamente con las tierras destinadas a la producción de alimentos.
Los investigadores no ponen en duda que haya que mitigar los efectos del cambio climático.
Los investigadores subrayaron en una nota de prensa, que sus resultados no deberían ser un argumento contra los esfuerzos de reducción de los gases de efecto invernadero. Los esfuerzos de mitigación del cambio climático son vitales, según estos investigadores.
«Estos resultados son importantes para ayudar a darse cuenta de que la agricultura debe recibir un tratamiento específico cuando se trata de políticas contra el cambio climático», dijo Hasegawa. «Los esquemas de fijación de precios del carbono no brindarán ninguna opción viable para los países en desarrollo donde hay poblaciones altamente vulnerables. La mitigación de las emisiones de la agricultura debería integrarse con las políticas de desarrollo».
Los investigadores hablan de dos grandes grupos de acciones a desarrollar. Por un lado sugieren que el dinero recaudado de los impuestos sobre el carbono se utilice para programas de ayuda alimentaria en áreas o países particularmente afectados. Por otro, los investigadores proponen esquemas que fomenten sistemas agrícolas más productivos y resilientes (capaces de soportar los cambios).
Nuestra opinión
Para nosotros son muy importantes estás investigaciones, ya que ayudan a planificar medidas de mitigación más efectivas basadas en la ciencia.
En cuanto a las medidas que proponen, para nosotros es mucho mejor actuar a nivel de mejorar la producción y sobre todo la resiliencia. Las ayudas económicas están bien, pero si no están focalizadas en objetivos a largo plazo, su impacto sobre las poblaciones más vulnerables es muy bajo, ya es «pan para hoy pero hambre para mañana», nunca mejor dicho.
[learn_more caption=»Artículo científico de referencia para esta publicación»] Hasegawa T, Fujimori S, Havlík P, Valin H, Bodirsky BL, Doelman JC, Fellmann T, Kyle P et al. (2018). Risk of increased food insecurity under stringent global climate change mitigation policy. Nature Climate Change DOI: 10.1038/s41558-018-0230-x [pure.iiasa.ac.at/15389][/learn_more]
[learn_more caption=»Créditos imagen destacada»]Imagen destacada: Trabajadores en cambio de arroz en India. Fuente: Pixabay, usuario Saragib [/learn_more]