
Últimamente las redes y los medios de comunicación no paran de hablar de mensajes sobre la ganadería culpándola del calentamiento global. Sin embargo, la principal fuente de contaminación atmosférica no es esta sino el transporte. El transporte emite grandes cantidades de dióxido de carbono provenientes de los combustibles fósiles, que permanecen en la atmósfera cientos de años. Este es el foco del problema, por ello debemos sustituir todo aquello que demande este tipo de combustible. La solución clave es transicionar hacia las energías verdes que alimenten estas nuevas formas de transporte.
Empecemos por el principio, ¿qué es la energía verde?
Hemos hablado de que las energías verdes son la solución al calentamiento global, ¿por qué? Primero hay que definir el concepto de energía renovable. Se trata de la energía producto de fuentes naturales inagotables o que tienen una tasa de renovación alta, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Hay varios tipos: biocarburante, energía geotérmica, energía hidroeléctrica, energía solar, energía mareomotriz, energía undimotriz y energía eólica.
Ahora sí, las energías verdes se sitúan dentro de las energías renovables, pero tienen unas propiedades añadidas. Es la energía que se obtiene de manera respetuosa con el medio ambiente, sin contaminar en su extracción. Las dos principales ventajas de la energía verde son que su obtención y empleo no agrava el calentamiento global al no contribuir a los gases de efecto invernadero actualmente acumulados de manera desmesurada en la atmósfera. La otra ventaja es que se deja de depender de los recursos agotables del planeta que tanta inestabilidad genera.
El presente y futuro de la energía verde
Actualmente el cambio climático es un problema global real que genera pérdidas económicas (entre otras muchas pérdidas medioambientales y sociales) notorias. Estas pérdidas hacen que el todos los sectores comiencen a activarse para tomar acción.
Los investigadores han descubierto que la principal causa del calentamiento global es el dióxido de carbono emitido por el sector transporte. Pero además, este gas lo emiten las fábricas y nuestros hogares que tienen contratados energías no renovables. Este dióxido de carbono tiene el problema de que permanece en la atmósfera más de cien años, sumándose al dióxido de carbono que sigue emitiendo el transporte diariamente. Así, se suministra más dióxido de carbono del que se elimina de la atmósfera, acumulándose grandes cantidades que incrementan la temperatura del planeta al potenciar el efecto invernadero.
Está demostrado que estos gases provienen de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) de las energías no renovables. La única solución es cambiar de energías y transicionar hacia las energías verdes no contaminantes. Cada vez hay más personas que quieren consumir energía verde, por ello han surgido muchas empresas y cooperativas energéticas que optan por este tipo de energías más sostenibles. Ejemplos son FC energía, Nosa Enerxía, Goiener, Som Energía y un largo listado que aportan tarifas de luz y/o gas 100% de origen verde.
En conclusión, debe haber una transición energética global hacia una energía verde para reducir la dependencia de recursos e incrementar la resiliencia del sistema natural y del sistema económico. Este proceso será lento, largo y costoso, pero es el único camino.