
El océano, sus ecosistemas y su biodiversidad proporcionan gran parte de los recursos marinos que se incluyen en nuestra alimentación. Sin la actividad pesquera nuestra dieta sería diferente.
Según la organización internacional de la Década de los Océanos de las Naciones Unidas, un océano productivo es aquel que apoya el suministro sostenible de alimentos y una economía oceánica sostenible.
¿Cómo llevamos el término “océano productivo” a la práctica?
¿Qué consideramos un océano productivo?
Un océano productivo nos sirve para proporcionar alimento para la población en crecimiento de una manera sostenible, con una gestión pensada e inteligente y que no afecte demasiado al ecosistema (porque la “no afección” no existe), de manera que nos siga sirviendo, nutriendo y manteniendo durante bastante tiempo.
Aparte de la cuestión productiva, a nivel pesquero o de la acuicultura, que es lo que nos afecta más, hay que añadir que la producción que nos suministran los océanos es más extensa. Aparte de alimentos (recursos) también produce otros bienes económicos, por ejemplo el turismo que está relacionado en los océanos (avistamiento de ballenas), transporte de mercancías, etc.
¿Cuál es la situación actual de los mares y océanos con respecto a la productividad?
Si no conseguimos que la producción sea sostenible estará en cuestión a largo plazo. Actualmente vemos como los stocks están sobreexplotados. También hay sobreexplotación de otro tipo recursos en ciertas zonas por el turismo, por ejemplo y este no es el camino.
Aunque es cierto que ya hay medidas, quizás hay que ser más contundentes y hay que apostar más por prácticas más respetuosas con el medio como pesquerías artesanales.
En definitiva, que las ganancias que se producen del océano, en concreto de los recursos vivos, hay que tender a repartir más los beneficios y apostar más por las pesquerías artesanales que buscan el sustento de la población costera y aunque tienen menor producción dan alimento a más gente.
Además hay que ser corresponsables con lo que pasa en el océano, hace falta diálogo, colaboración entre acuicultura, pesca, turismo, habitantes, pueblos costeros, proveedores, distribuidores, etc. Tiene que ser algo que nos tenemos que tomar en serio e involucrarnos desde todos los puntos de vista: pesca deportiva, artesanal.
Somos muchos tratando de sacar el máximo beneficio posible de algo que es finito. Parecía que no se iba a agotar nunca, pero las poblaciones se agotan, el equilibrio ideal a mantener entre la producción, los intereses socioeconómicos, los ambientales es ahora mismo frágil.
Hay que ser corresponsables, hablar y ceder. Apostar más por la planificación espacial, ordenación y gestión de la explotación de recursos. Y lo más importante inteligencia, no se puede pensar en cortos plazos de tiempo si no a largo, tener en cuenta el cambio climático, etc. aunque se está yendo hacia ahí.
Por tanto, para concluir, el sector tiene que participar y que los agentes involucrados en el problema no solo sea la comunidad científica, si no la cogestión conjunta con los que extraen día a día en el mar y de la población.
Algo que hay que destacar es que tampoco se puede descargar toda la responsabilidad en los científicos, los del sector extractivo o en las autoridades. Al final es responsabilidad de todos en el nivel que cada uno puede y actúa.
¿Cuál es la relación entre el sector pesquero, la ciencia y la sociedad?
La relación entre estos sectores en el campo desde la investigación pasa por los proyectos que se llevan a cabo.
Existe un proyecto relacionado con la acuicultura y la alimentación de estos peces de acuicultura utilizando los descartes de las pesquerías para hacer piensos más sostenibles, utilizando sustitutivos de origen vegetal para las harinas que permitan mantener una producción necesaria para alimentar a la población de la manera más sostenible posible.
Es un proyecto que repercute directamente como beneficio en la población en general, beneficiando el bienestar de los organismos que se cultivan
Otro proyecto muy relacionado con la sociedad y el sector pesquero tiene por objetivo detectar el bienestar de los pulpos en cultivo. En esta línea es responsabilidad de todos tener cuidado con los titulares impactantes porque nadie quiere que los organismos sufran cuando se cultivan ya que tendrá un efecto directo en la salud. Por tanto, compensa “ser buenos” para que los resultados sean importantes y tengan repercusión.
Por último, otro proyecto es el seguimiento de las pesquerías artesanales canarias, son muchos barcos pequeños y te das cuenta del trabajo que hacen, las dificultades que tienen y los problemas que solventan a parte del día a día del estado de la mar, de no tener pesca suficiente ese día etc.
Lo especial de este tipo de proyectos es que existe un contacto muy directo con los pescadores por medio de las observaciones a bordo. Tener a una persona que trasladan lo que se pesca, miden los peces y ves realmente lo que hay llevando un muestreo real de lo que hay en el mar y recabando nuevos datos in situ sobre especies, su desarrollo, etc. para conocer más de las dinámicas de poblaciones y cómo hacer más sostenible su gestión, es de las mejores formas para relacionarse y llegar a soluciones corresponsables.
¿Qué soluciones existen para conectar a las personas y los océanos más productivos?
Podemos tener varios proyectos interesantes pero no se les ve una utilidad a corto plazo porque la ciencia con buenas bases y reales es un camino largo. A veces si no se consigue una colección de datos buenos, por muchos modelos matemáticos que haya ahora, no se pueden aplicar para conseguir información relevante. El conocimiento se va generando y es lo que luego te permite dar un salto. En el caso de las pesquerías artesanales son muy complejas, porque hay varias artes, varias especies que se relacionan de distinta manera con ellas, por tanto requiere tiempo y contrastar a lo largo de los muestreos para caracterizarla de una manera rigurosa y luego dar los resultados y crear herramientas de gestión.
O en el caso de los pulpos concretamente, saber cuál es su edad real ya que no depende del tamaño para poder revisar las normativas de pesca y no retirar del medio los organismos que todavía no se hayan reproducido.
En el caso de la genética, no hay una separación entre la acuicultura y la pesca y ambas tienen que progresar para que el océano sea productivo y las poblaciones salvajes tengan una buena salud genética y una diversidad suficiente para que no se produzca un impacto elevado cuando vaya a buscar reproductores, que no impacte a las poblaciones salvajes, etc. por tanto es necesario todavía explorar este tema un poco más.
Por otro lado, común a todos los proyectos es que hay que dedicar tiempo a divulgar y diseminar el conocimiento científico. La información es poder y hay que hacer el esfuerzo de explicar y tener conocimiento general que nos permita saber cuál es el impacto de las actividades que se desarrollan en el océano, ¿qué puedo hacer yo en mi día a día? Que el océano sea productivo es fundamental para todos. La sobreexplotación de una especie puede afectar a otras y otras y es importante tenerlo en cuenta en todos los proyectos.
Antes siempre se evaluaban las especies comerciales: bacalao, merluza y ahora en las campañas oceanográficas el bentos (estrellas, holoturias, cangrejos, etc.) y el descarte, hay equipos especializados para decirnos el contexto y el estado del ecosistema. Este ecosistema está interrelacionado y ahora hay una conciencia de que hay que estudiar todo e interrelacionarse para comprender todo y lo que nos interesa de mayor interés pesquero.
¿Qué soluciones se pueden aportar desde la investigación a los gobiernos, sociedad, empresas para que el océano fuese productivo?
El océano de por sí ya es productivo de por si lo que hay que conseguir es que la gestión sea sostenible y que cada uno pueda aportar desde su campo. Aunque ahora se hable de sostenibilidad, resiliencia y se les haya puesto nombre, la ciencia siempre ha tenido estos conceptos en mente, produciendo datos objetivos y es necesario tenerlos en cuenta para hacer una buena gestión y colaborar con el sector pesquero y cogobernar con ellos.
El conocimiento y el uso inteligente del conocimiento nos permite hacer una gestión adecuada para mantener un océano productivo de una manera sostenible. La investigación tiene mucho que aportar sobre el enfoque de análisis de datos, parte experimental en zonas concretas etc. pero también las empresas y la sociedad o los gobiernos con la legislación y la gobernanza del océano compartido todos tenemos que aportar de una manera corresponsable para conseguir la sostenibilidad y un mayor conocimiento.
Por otro lado, la investigación puede avanzar problemáticas, por ejemplo en planificación de escenarios en acuicultura que es donde queremos estar en 2050 y que hay que hacer para llegar allí de manera sostenible. Consiste en pensar cómo puedo conseguir un objetivo de la manera menos lesiva para el medio ambiente, mejor para la sociedad y la economía y teniendo en cuenta múltiples factores, que camino tengo que seguir para conseguir el objetivo de la sostenibilidad y la producción.
Tomar consciencia es muy importante porque no hay nadie que pueda decir yo no puedo hacer nada. Todos estamos en el mismo barco y todos tenemos un papel importante en la conservación de los océanos, cada uno desde su vida cotidiana.
Este artículo está basado en el quinto episodio de “El Hidrófono: ciencia marina para escuchar” donde se conversa acerca de cómo la ciencia marina trabaja para conseguir, y mantener en el tiempo, un océano productivo con Montse Pérez (CO Vigo) y Catalina Perales (CO Canarias). Puedes escuchar el podcast entero en el siguiente reproductor para saber más sobre “qué es un océano sano y resiliente”.
Escucha»Un océano productivo #05″ en Spreaker.