
La caza con perdigones de plomo ha sido una práctica muy común desde hace muchos años. Este plomo queda en los ecosistemas y pasa a los animales mediante su ingesta, provocándoles una intoxicación. Esta práctica en 2001 se prohibió por Decreto Ley en algunas zonas húmedas y durante el ejercicio de la caza y el tiro deportivo al suponer una amenaza para la fauna. En algunos sitios donde su uso es, o ha sido muy abundante, se lleva a cabo una recogida del plomo, como por ejemplo en campos de tiro. En otros lugares, resulta imposible su retirada del terreno al ser áreas muy extensas.
Animales más afectados por envenenamiento por plomo
Tras una cacería, las pequeñas bolas de plomo quedan dispersas en el terreno de tiro dispuestas a ser ingeridas. Las aves que con más frecuencia se intoxican con plumbismo son las acuáticas. Las aves acuáticas se alimentan picoteando el suelo de zonas húmedas e ingieren pequeñas piedras para mejorar su digestión. El problema es que estas piedras son, en muchas ocasiones, perdigones de plomo. Aves de este tipo pueden ser las Barnaclas canadienses (Branta canadensis) o el ánade real o azulón (Anas platyrhynchos).
Las aves carroñeras como los quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) también sufren de intoxicación por plomo al consumir animales muertos que contienen perdigones en sus tejidos. Incluso alguna persona ha llegado a intoxicarse a causa de la ingesta de algún animal de presa.
En el año 2010 se anotaron un total de 468 animales afectados por intoxicación por plomo en España. Los más afectados fueron el buitre leonado (Gyps fulvus) con 243 ejemplares afectado, seguido del milano (Milvus milvus), con 42 aves intoxicadas. Dentro de los 468 animales se encontraron un oso, un lince ibérico y un lobo.
Cómo se produce la intoxicación por plomo y cómo se detecta
Las pequeñas bolas de plomo, al ser ingeridas, se almacenan en la molleja del animal y, finalmente, es asimilado en sus tejidos. Los metales pesados como el plomo no pueden eliminarse del organismo y se acumulan en sus órganos, incrementándose la concentración con cada ingesta.
Con tan solo 5 perdigones de plomo, un ave de mediano tamaño muere al poco tiempo, según SEO Bird Life. Si la ingesta es menor, las aves presentan síntomas observables como poca actividad y excrementos en forma de diarrea de color verde. La debilidad hace que apenas puedan caminar o sostener el cuello erguido.
¿Qué medidas hay frente al plumbismo?
Por Ley, según el Real Decreto 581/2001, queda prohibido el uso de munición de plomo tanto para caza de tiro deportivo como para determinadas zonas húmedas de España. Sin embargo, algunos cazadores siguen usando este tipo de cartuchos por diversas causas. Estas causas son su menor precio y la creencia extendida de que estos perdigones “matan mejor”.
En algunas zonas se llevan a cabo campañas de concienciación para los cazadores con el fin de desmentir creencias erróneas e informar de los efectos tan dañinos del plomo, tanto para la fauna como para el ser humano.
No obstante, la mejor solución para eliminar la intoxicación por ingesta de plomo es prohibir este tipo de munición en todo el territorio español y limpiar el terreno contaminado donde sea posible.