
La nueva ley de cambio climático y transición energética tiene como uno de los aspectos principales reducir las emisiones en zonas urbanas.
Uno de los cambios principales es aplicar medidas como la movilidad sostenible en zonas donde las emisiones son muy elevadas utilizando mecanismos de seguimiento, monitorización ambiental y mejora continua para conseguirlo.
Para conseguirlo, un paso previo es delimitar las zonas de bajas emisiones (ZBE) en las ciudades de acuerdo con el artículo 14.3 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
¿Qué son las zonas de bajas emisiones (ZBE)?
Las zonas de bajas emisiones son «áreas delimitadas por una Administración pública donde se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamientos para los vehículos con el fin de mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente”. Fuente: MITECO
Por lo tanto, se trata de hacer cambios en la regulación, acompañados o no de cambios de infraestructuras en la ciudad para potenciar un cambio del modelo de movilidad ciudadana.
¿Cuáles son los objetivos de las zonas de bajas emisiones?
En MITECO destaca 4 objetivos principales para las zonas de bajas emisiones en nuestras ciudades:
- La mejora de la calidad del aire y la salud de los ciudadanos.
- La contribución a la mitigación del cambio climático.
- El cambio hacia un modelo de transportes más sostenibles.
- El impulso de la eficiencia energética en el uso de medios de transporte.
No obstante aunque estos cambios se realicen a escala urbana, los beneficios se verán extendidos a todo el municipio o área metropolitana necesitando estrategias más amplias para la movilidad.
¿Cómo medimos las emisiones para asegurarnos que son ZBE?
Para saber si estamos mejorando la calidad del aire y disminuyendo el ruido nuestras zonas urbanas es necesario utilizar mecanismos de seguimiento, de monitorización ambiental y de mejora continua.
Existen muchos mecanismos de control diferentes según el parámetro que queramos medir, pero una de las principales son las estaciones de control de calidad del aire.
Las estaciones de control de calidad del aire sirve para medir contaminantes que encontramos en el aire.
Una vez implantada la ZBE se establecen unos valores límite que hay que controlar por medio de estos mecanismos para asegurarnos que se cumplan los objetivos. Pero esto no es todo. No solo se colocan estaciones de control en la ZBE si no que también se miden en los alrededores para registrar y evidenciar que la mejora de la calidad del aire se va extendiendo a lo largo de todo el municipio.
¿Cómo es de real implantar una ZBE para una ciudad?
En función de cada ciudad habrá unos cambios estructurales tanto físicos como a niveles administrativos de mayor o menor índole con sus respectivos presupuestos.
Sin embargo, para incentivar la implantación de zonas de bajas emisiones la Unión Europea con los Fondos Next Generation han abierto un periodo de información pública de «la propuesta de Directrices para la creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) por parte del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico)» con una guía para que las entidades locales puedan diseñar e implantar estas áreas.
Esta partida económica esta dentro de las medidas del «Plan para la recuperación europeo» que cuenta con una cuantía total de 1,8 billones de euros.