
El debate sobre la reducción del consumo de carne y su posible relación con una mayor salud pública y ambiental, recuperado tras las declaraciones del ministro Garzón, ha estado muy presente en medios y redes sociales durante las últimas semanas. En este contexto, hemos oído hablar de ganadería intensiva y de ganadería extensiva, y de cómo las diferencias entre estos dos modelos no son despreciables y deben, sin duda, ser tenidas en cuenta a la hora de hacer declaraciones sobre esta problemática.
No obstante, contrario a lo que se piensa generalmente, estos dos términos no son uno antónimo del otro. La dicotomía entre intensivo y extensivo no es tal, sino que existe, como en todo, una escala de grises. Así, es muy raro que se den modelos 100% intensivos o 100% extensivos. Por ejemplo, ocurre así con la cría de la vaca, que incluso en modelos extensivos pasa generalmente por una fase final intensiva.
Lo que se reclama es, pues, una clasificación más detallada, alejada del blanco o negro al que aboga hablar únicamente de ganadería intesniva y extensiva, generando así un debate más completo que permita encontrar soluciones satisfactorias para el conjunto de la sociedad.
De ello nos habla Pablo Manzano, investigador en la Universidad de Helsinki y en el Centro Vasco de Cambio Climático, en el capítulo 38 del podcast Oikos. Puedes escucharlo aquí.
Escucha»Consumo de carne, ganadería y cambio climático, con Pablo Manzano | Oikos #38″ en Spreaker.