
Los microplásticos cada vez tienen más protagonismo en nuestras vidas. Hace tan solo unos pocos años (16 años concretamente) ni siquiera conocíamos su existencia, sin embargo en 2018 fue la palabra del año. Este material estaba entre nosotros mucho tiempo atrás, pero nadie lo había visto al microscopio hasta entonces.
Desde este momento han surgido numerosos estudios que analizan la presencia de microplásticos en ecosistemas y especies, como es el caso de esta noticia. Una reciente investigación realizada por la Universidad de Florida Central ha confirmado la presencia de un total de 1.200 piezas de microplásticos en el estómago de 63 rapaces como halcones, águilas pescadoras y búhos.
Composición de los microplásticos encontrados
Los microplásticos son, como indica su nombre, fragmentos de plástico de muy pequeño tamaño. Este material tiene diferente orígenes: piezas de plásticos más grandes, ropa sintética, productos de belleza o salud, etc.
Los investigadores han analizado la composición de las 1.200 piezas de microplásticos encontrados dentro del estómago de los animales, los investigadores encontraron que el 86% eran microfibras. Estas microfibras proceden directamente de ropa sintética o cuerdas que acaban en sistemas acuáticos por medio de las aguas residuales.
Además, los microfibras más presentes en el sistema digestivo de los animales eran de colores azules o colores claro. Los investigadores creen que esto puede ser debido a que se encuentran en mayores concentraciones en el ambiente, o porque las aves confunden los materiales de esta tonalidad con presas o recursos de anidación.
¿Cómo detectaron los microplásticos en las rapaces?
Estas aves, debido a su estado de protección, no se habían estudiado en profundidad. Sin embargo, consiguieron analizar un total de 63 rapaces con la ayuda del Centro Audubon para Aves Rapaces de Maitland, en Florida. Este centro permitió que los investigadores tomaran las aves que se habían encontrado muertas o que lo hacían al poco tiempo de llegar al centro de recuperación.
Con el uso de microscopios y espectroscopios, analizaron el contenido de los estómagos de los animales, entre ellos halcones, búhos y águilas pescadoras. El resultado fue un total de 1200 piezas de microplásticos.
Importancia de las rapaces en los ecosistemas
Las aves rapaces se sitúan en la cima de muchas cadenas tróficas al ser super depredadores. Por ello, es de vital importancia que el estado de estos animales sea saludable para que el ecosistema al que pertenecen tenga un correcto funcionamiento. Sin embargo, los microplásticos acumulados en el sistema digestivo producen envenenamiento, inanición y, finalmente, la muerte.
“Las aves rapaces son los principales depredadores en el ecosistema y, al cambiar la población o el estado de salud del depredador superior, altera por completo a todos los animales, organismos y hábitats que están por debajo de ellos en la red alimentaria”
Julia Carlin, autora principal del estudio y científica en el departamento de Biología de la universidad estadounidense.
Una posible solución que proponen los investigadores es la eliminación de plásticos en vertederos abiertos, evitando que pequeños mamíferos ingieran el plástico y ascienda en la cadena trófica. También, mejorar el sistema de tratamiento de las aguas para evitar la llegada directa de las microfibras y otros microplásticos a las aguas naturales como ríos o lagos.
Por último, es necesario reducir la producción de plásticos y microplásticos para que estos sean menos frecuentes en la naturaleza y el proceso de eliminación sea menos costoso. Para ello podemos reducir el consumo de productos que contienen plástico como, por ejemplo, comprando ropa de materiales naturales evitando las microfibras sintéticas.