
Los efectos de la aplicación de DDTs y otros compuestos químicos similares como pesticidas se concentran en los eslabones superiores de las cadenas tróficas, como las aves.
El uso de los DDTs estuvo muy extendido debido a su eficacia para controlar plagas de insectos. En Primavera silenciosa, se alerta sobre el uso de estos compuestos y las consecuencias que su aplicación provoca particularmente sobre las aves.
El origen de los DDTs
Los DDTs (dicloro difenil tricloroetano) son compuestos químicos que comenzaron a utilizarse como pesticidas durante la Segunda Guerra Mundial para controlar enfermedades infecciosas transmitidas por insectos, tales como tifus, malaria o fiebre amarilla.
Debido a su eficacia y rentabilidad económica, comenzaron a utilizarse de forma más extendida durante la década de los años 50 para el control de plagas en cosechas agrícolas. Más adelante, se conocieron sus efectos enormemente perjudiciales para el medioambiente y la salud humana.
Los efectos perjudiciales de los DDTs
La aplicación de los DDTs afecta a comunidades completas de insectos, y no solo a aquellos que resultaban perjudiciales para las cosechas. La reducción de las comunidades de insectos en torno a los campos de cultivo fue tal, que se registró la disminución de poblaciones de otras especies que dependen de ellos para su alimentación, como aves o mamíferos. El riesgo de la desaparición de las aves por esta causa es lo que, según Rachel Carson, produciría una “Primavera silenciosa”.
La peligrosidad de estos compuestos radica en su elevada toxicidad y persistencia, pues son capaces de permanecer en el medio de forma activa durante décadas. Además, son compuestos que se acumulan en los tejidos de los animales (incluídos los humanos) cuando se entra en contacto con ellos por absorción, inhalación o ingestión.
Los DDTs quedan retenidos en los tejidos, y las concentraciones van aumentando según se avanza en la cadena trófica, de forma que los eslabones superiores (depredadores) son los más afectados por el efecto de la bioacumulación.

También se han identificado efectos adversos para la salud humana. Principalmente, se manifiestan sobre la reproducción masculina, la lactancia, y el desarrollo psicomotor de los niños, debido a que actúan como disruptores hormonales.
Asimismo, se ha comprobado que los DDTs pueden ser dispersados mediante transporte atmosférico a largas distancias, habiéndose detectado incluso en el Ártico. Afectan a la producción primaria de las plantas, así como a las cadenas tróficas y la reproducción de muchas especies animales.
El caso de Sheldon
En el libro, se relata el caso de Sheldon, en el que se aplicaron estos pesticidas masivamente para controlar una plaga de escarabajo japonés (Popillia japonica). Tras su aplicación, pudieron observarse las nefastas consecuencias relatadas por la autora.
Los escarabajos muertos, rociados con los compuestos químicos, atrajeron a las aves, que se alimentaron de ellos y se contaminaron. Las lluvias arrastraron los DDTs, contaminando los suelos, de forma que otras muchas especies animales y vegetales entraron en contacto con los contaminantes.
Las aves que sobrevivieron a esto, quedaron estériles, ya que los DDTs impiden que se endurezcan las cáscaras de sus puestas, y provocan que su desarrollo sea inviable. La eliminación de los insectos implica que las especies que se alimentan de ellos pierden un elemento fundamental, si no único, en su alimentación. Así, se dificulta aún más su supervivencia tras las aplicaciones.
Además, se detectaron fenómenos de resistencia a estos contaminantes por parte de insectos como la mosca común (Musca domestica), de forma que podían sobrevivir a exposiciones mucho mayores de DDTs. Así, el uso de estos compuestos perdía efectividad, obligando a los usuarios a aumentar las dosis de los pesticidas.
¿Buenas noticias?
Con este relato queda clara, una vez más, la necesidad de avanzar hacia cultivos respetuosos con el medioambiente.
El éxito de este libro provocó la prohibición de los DDTs en Estados Unidos en 1972, a lo cual muchos países se unieron posteriormente. Se considera que Rachel Carson sentó las bases para la creación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), así como del ecologismo moderno y la divulgación medioambiental.