
El pasado 4 de mayo se detectó un herrerillo moribundo en un jardín de Creixell, Tarragona. Sufría una enfermedad bacteriana producida por la bacteria Suttonella ornithocola. Esta bacteria afecta a carboneros y herrerillos, generando una neumonía y, posteriormente, la muerte del animal. En Alemania han alcanzado la cifra de 18.000 aves muertas, aunque la problema mejora progresivamente.
Los investigadores piden colaboración ciudadana para notificar las aves afectadas por esta enfermedad y asís eguir un conteo. Además explican que los comederos o bebederos que se colocan en jardines y parques, alientan a las aves a congregarse en un mismo punto. Estas aglomeraciones, al igual que con el Covid-19, son un foco de propagación que se debe evitar. Por tanto, es necesario no colocar estos recipientes para impedir la propagación de la bacteria de individuo a individuo.
¿Qué produce esta bacteria en herrerillos y carboneros?
Primero debemos saber que esta enfermedad afecta mayoritariamente al herrerillo común (Cyanistes caeruleus), pero también a infecta al carbonero garrapinos (Periparus ater), al mito (Aegithalos caudatus) y al carbonero común (Parus major).
La bacteria Suttonella ornithocola genera una enfermedad pulmonar, similar a una neumonía. Por ello, los síntomas asociados son dificultad al respirar, apreciándose un jadeo en las aves. Otros síntomas son la pérdida de plumas en la cabeza, párpados cerrados y letargo. Es por esto que en muchas ocasiones dejan acercarse a los humanos al no reaccionara los estímulos del ambiente.
Además, suelen encontrarse en jardines, cerca de comederos.
Cómo se transmite esta enfermedad y cómo evitar su propagación
Al tratarse de una infección pulmonar, se cree que se transmite por el aire, es decir, mediante la nube que se genera tras toser o estornudar, y que contiene el patógeno. Aún se desconoce el tiempo que la bacteria puede permanecer en el ambiente, y si esto es importante. Lo que sí se sabe es que no afecta a humanos ni animales domésticos.
Al igual que ocurre con cualquier enfermedad respiratoria que se transmite por el aire, se debe mantener distancia con el resto de individuos infectados. Para prevenir el contagio entre las aves, debemos evitar que estas se aglomeren en lugares como puedan ser comederos o bebederos.
Recorrido de la bacteria Suttonella ornithocola por Europa
En la primavera de 1996 en Inglaterra y Gales empezaron a morir varias especies de la familia Paridae, entre ellas el mito, el carbonero garrapinos y el carbonero común. Investigaciones revelaron que estas muertes se debían a la infección por una bacteria, Suttonella ornithocola. Esta fue la primera vez que se vio la bacteria y se identificó como una nueva enfermedad asociada a aves silvestres.
En Gran Bretaña, desde 2005 tan solo se detectan entre 0-2 brotes de esta infección al año, normalmente en primavera. Esta baja incidencia que las poblaciones de aves británicas han conseguido adaptarse correctamente a esta bacteria. Luego, en 2017 llegó a Finlandia, informándose de 3 incidentes por esta bacteria en herrerillos y carboneros.
Un año después llegó a Alemania, causando varias muertes en aves. Las alarmas saltan este 2020 el 22 de abril al detectarse varias muertes por Suttonella ornithocola en aves. Tan solo 12 días después se notificó la muerte de 13.800 pájaros, entre ellos herrerillos y carboneros. Para el 18 de abril ya habían muerto 17.000 aves. La infección en Alemania poco a poco va reduciéndose, pasando de notificarse 1200 muertes al día, a un número de 100 aves por día este pasado 7 de mayo.
Sin embargo, la enfermedad ha llegado a España, comenzando su camino en Creixell (Tarragona), el pasado 3 de mayo. Se trata de un ejemplar de herrerillo fotografiado en un jardín.
¿Qué hacer si encuentro un animal herido o muerto?
El Instituto Catalán de Ornitología recomienda que, en el caso de detectar alguna ave infectada en su jardín, retirar la comida y agua para los pájaros. Además piden anotar los casos de aves infectadas y lo notificaremos en su página web (pincha aquí), a través del módulo de mortalidad, para tener un seguimiento de la enfermedad. Tendremos que indicar los síntomas que presenta el ave y si es posible adjuntar alguna foto.
También se ruega difusión para evitar una mayor propagación de la enfermedad y así evitar la muerte de miles de aves, como ha ocurrido en Alemania.