
Caminando entre flores de la Península Ibérica podríamos encontrarnos con una majestuosa polilla conocida como esfinge colibrí, ya que es cosmopolita. Este nombre se lo debe a su morfología tan parecida a la de los colibríes, sin embargo se trata de un lepidóptero del género Macroglossum.
Macroglossum spp. o la esfinge colibrí
Las especies dentro del género Macroglossum pertenecen al orden de insectos de los lepidópteros, un orden formado por mariposas diurnas y mariposas nocturnas (polillas). Sin embargo, esta es una polilla un tanto curiosa ya que tiene hábitos diurnos.
A las especies de este género se las conoce como esfinge colibrí debido a su forma de mover las alas y su tamaño. Estas polillas son capaces de batir sus alas 85 veces por segundo. Para alimentarse se mantienen en vuelo mientras estiran su larga espiri-trompa succionadora de néctar que casi tiene el mismo tamaño que todo su cuerpo. Este néctar le aporta la energía necesaria para poder mantener su estilo de vida tan activo.
¿Dónde podemos encontrar a la esfinge colibrí?
Las especies de este género se distribuyen por el Sur de Europa, Norte de África y Centro de Asia. Su hábitat son los pastizales, praderas, terrenos pobres soleados, solanas con vegetación arbustiva y brezales de hasta 3000 metros de altitud cargados de flores repletas de néctar en la primavera.
Estas características nos conducen a un ecosistema peninsular dominado por brezales, la llamada herriza. La herriza es un hábitat catalogado en la Directiva Hábitats dentro de los brezales secos europeos. Está dominado por especies como Calluna vulgaris y Erica australis. Carece de árboles, algo que le ha quitado popularidad entre el resto de ecosistemas terrestres. Sin embargo, tiene un valor ecológico indudable.
Esta especie se está estudiando dentro de los proyectos POLINHER y ARTROHER que tienen lugar en la herriza del Parque Natural de Alcornocales en la provincia de Cadiz. En concreto, este artículo lo hemos escrito en el marco de colaboración suscrito entre nuestra web y el grupo de investigación FEBIMED de la Universidad de Cádiz para dar a conocer y poner en valor los insectos de la herriza, gracias a los proyectos POLINHER y ARTROHER que tiene la Universidad de Cádiz junto con la Fundación Biodiversidad y Endesa, respectivamente.