
El concepto de la huella de carbono, y todo lo relacionado con ella, nace para poder medir los gases de efecto invernadero que produce el ser humano con sus actuaciones, ya sean a nivel personal, con actividades comerciales o empresariales.
Existen numerosas iniciativas que tienen desde escala unipersonal a global para intentar paliar los efectos del calentamiento global.
Aunque la medición y restricciones tienen distintos alcances y normas según el país donde nos encontremos, vamos a centrarnos en los términos que manejamos dentro de la Unión Europea y cómo nos repercute según lo que queramos conseguir.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un valor que pretende indicar “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por una acción directa o indirecta a nivel de individuo, producto y organización”.
EL verdadero objetivo es intentar calcular el impacto ambiental para, una vez medido, poder reducirlo o compensarlo con otras acciones.
Estos cálculos están basados o bien en la cantidad de GEI que están inventariados o en caso de productos, haciendo un análisis del ciclo de vida.
Las mediciones se harán en base a unos parámetros u otros en función de lo que dicta la normativa correspondiente.
¿Qué normativas intervienen en el cálculo?
Según la actividad para la que queramos calcular la huella de carbono, debemos seguir unas u otras normativas, incluso recurrir a entidades verificadas que certifiquen nuestros valores de emisiones según el caso.
Entre las normativas de acreditación principales están la ISO 2007.El ISO 14069, ISO 14067, PAS 2050 o “GHG Protocol“ entre otras.
Cuando la medición está hecha en función de la normativa, se trata de medir la masa de CO2 equivalente y tratar de reducirlo o compensarlo con una estrategia.
En España el cálculo y comunicación voluntaria de la huella de carbono de empresas se regula por el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, la cual define cómo se crea el registro, la compensación y los proyectos de absorción de dióxido de carbono.
Pero no todo está enfocado a las empresas, vamos a ver cómo calcularla en función de nuestro objetivo.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
Como hemos adelantado en el apartado anterior, depende de la escala que elijamos tendremos que contemplar mayor o menor número de variables.
Para este artículo vamos a dividir el cálculo de la huella de carbono en dos grandes grupos: la individual y de las empresas.
La individual podríamos considerarla que podemos medirla a título personal, para reducir nuestro impacto ambiental diario y optar por un estilo de vida más sostenible.
Por otro lado, tenemos el cálculo a nivel de organización más pautado y regulado por la legislación y la obligatoriedad de reducir y compensar las emisiones según la actividad.
¿Qué es la huella de carbono personal?
La huella de carbono personal es una herramienta que te permite calcular las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel individual.
Esta iniciativa nació con Jean-Marc Jancovici y fue llevada a cabo en 2007 por ADEME y el Clima Futures Association.
A ser un cálculo a título personal, las variables que tienes que calcular son relativas a nuestras actividades y prácticas diarias cómo:
- Consumo energético
- Alimentación
- Transporte
- Alojamiento
Lo que se propone es llevar un estilo de vida con menos impacto desde el punto de vista energético, moderar el uso de transporte y apostar por hacerlo lo más sostenible posible o apostar por comer alimentos de temporada y reducir el consumo de carne.
¿Para qué sirve calcular la huella de carbono de las empresas?
La normativa está avanzando rápidamente para establecer medidas más restrictivas de emisiones para las organizaciones.
Actualmente, ya son varios los sectores que están obligados a presentar su informe de emisiones y planes de reducción y compensación.
Lejos de parecer una imposición y una traba administrativa para que las empresas puedan llevar a cabo sus actividades, la normativa pretende conseguir además de una reducción de emisiones poder controlar y establecer medidas favorables a todos.
De hecho, calcular y registrar la huella de carbono trae ventajas a las empresas como:
- Demostrar el compromiso ambiental frente a sus clientes o competidores.
- Declaración de intenciones mostrando transparencia en sus procesos.
- Optimización y ahorro en las cadenas de producción.
- Diferenciarse de otras marcas competidoras facilitando al consumidor que se decanten por la que comparte sus valores medioambientales.
¿Qué herramientas existen?
Como hemos visto, en función de si quieres medir la huella de carbono personal o para organizaciones la dificultad y la gestión es diferente.
Para calcular tu huella de carbono personal existen muchas calculadoras en la red para que hagas una estimación.
Te dejamos como ejemplo la Carbon footprint para que puedas probar y proponerte retos personales.
Para las empresas y organizaciones también existen calculadoras oficiales sectorizadas en función de la actividad de cada una.
Si tu actividad no está recogida dentro de las calculadoras oficiales del MITECO y quieres realizar un registro de tu huella de carbono, probablemente vas a necesitar una consultora que te asesore bien e incluso trabaje con una entidad verificadora acreditada externa.
Esperamos haber solucionado tus dudas sobre la huella de carbono, su cálculo y aplicación.
Si te animas con tu huella de carbono personal, cuéntanos en comentarios qué medidas vas a tomar para reducir tus emisiones.
Si eres una organización y quieres reducir y compensar tus emisiones, te sugerimos este artículo donde podrás ampliar más sobre la HC de las empresas, certificados y alcances.
Cualquier inquietud o tema que te gustaría que desarrollásemos más no dudes en comentárnoslo.
Nos leemos.