El torillo andaluz (Turnix sylvaticus sylvaticus) es una especie de ave que en el siglo XIX se distribuía ampliamente por el norte de África y suroeste de Europa. Ahora esta ave tan solo habita en la costa occidental de Marruecos y se encuentra en peligro crítico de extinción. La extinción de esta especie en Europa se atribuye a los cambios de uso del suelo.
Investigación que confirma la causa de extinción
Atendiendo a la ecología de la especie, el torillo andaluz se distribuye por hábitats con valores bajos de aridez y continentalidad, es decir, áreas relativamente húmedas y con veranos e inviernos suaves. Para un desarrollo de su ciclo biológico óptimo evita zonas de interior y zonas esteparias y desérticas.
“Esto se tradujo en la selección de áreas costeras, y zonas como el valle del Guadalquivir, a poca altitud sobre el nivel del mar y con un régimen de lluvias frecuentes”
Carlos Gutiérrez-Expósito, investigador de la Estación Biológica de Doñana y autor principal del estudio
Esto se obtuvo reconstruyendo el área histórica de distribución del torillo andaluz desde la mitad del siglo XIX hasta las actualidad.
Una investigación realizada por la Estación Biológica de Doñana (EBD) recopiló los cambios de uso del suelo en Andalucía en los últimos 70 años y los combinó con la distribución potencial del torillo andaluz. El resultado de este estudio confirmó que en estos últimos 70 años se han intensificado en Andalucía los usos agrícolas, silvícolas y urbanos. Además, el hábitat potencial, es decir, las áreas de matorral y la agricultura de secano, se han reducido dramáticamente.
Conocer las causas de la extinción facilita la conservación
Esto confirma que los cambios de uso del suelo han propiciado la extinción del torillo andaluz, observándose una reducción del área de distribución de la especie de un 99,99%. “Si se analiza el aumento demográfico humano desde 1900 hasta hoy, son también estas zonas las que han sufrido incrementos de uso humano más intensos. Parece pues que el declive del torillo andaluz está mediado por la competencia directa con el ser humano”, explica Gutiérrez-Expósito.
Ahora, con la especie extinta, el Estado obliga a llevar a cabo un plan de recuperación del torillo andaluz. Hasta que este plan se apruebe es necesario seguir investigando. Por ello, Gutiérrez-Expósito continúa sus investigaciones en Argelia, donde todavía habita alguna población. De esta manera es posible conocer más a la especie y el éxito en el plan de recuperación será mayor.
“Hemos ocupado de forma intensa las áreas más fértiles y costeras, por tanto, todos los esfuerzos en su conservación y reintroducción deben ir encaminados a buscar la coexistencia de la especie con el ser humano”
Carlos Gutiérrez-Expósito, investigador de la Estación Biológica de Doñana y autor principal del estudio
Fuente: Agencia SINC, bajo licencia de Creative Commons 4.0. Lea el original aquí.