El oso pardo (Ursus arctos) es una especie protegida en España desde 1973. Esta especie tiene su hábitat potencial en la Cordillera Cantábrica, donde se llevan a cabo proyectos de conservación para el oso. En Galicia se conocía la presencia de osos en la Serra do Courel, en Lugo, pero unas cámaras de fototrampeo han revelado que esta especie ha llegado a Ourense.
El oso pillado infraganti por las cámaras de fototrampeo
Según cuenta Fernando Ballesteros, miembro de la Fundación Oso Pardo y coordinador del proyecto LIFE Oso Courel, en la provincia de Ourense ya se habían encontrado muestras de excrementos e incluso “También hubo algún ataque a colmenas muy cerca”. En la comarca de Valdeorras y en el entorno de Peña Trevinca se identificaron huellas de oso. Sin embargo, las imágenes aportan la prueba definitiva de la presencia de osos en Ourense.
“Nos han sorprendido muy gratamente las imágenes, que son preciosas, y reflejan sin ninguna duda la presencia del oso en esa zona”
Fernando Ballesteros, coordinador del proyecto LIFE Oso Courel
El Parque Natural dos Montes do Invernadeiro, en Ourense, donde fue fotografiado y grabado el oso, estaba cubierto por cámaras de fototrampeo. Estas cámaras se instalaron para grabar la película de Montaña ou Morte. Este avistamiento podría ser el primero que se observa en la comarca en los últimos 150 años, según los agentes ambientales Ricardo Prieto Rocha y Tomás Pérez Hernández de la Xunta en O Invernadeiro.
¿Por qué se está expandiendo?
Este desplazamiento del oso y su expansión por Galicia es un claro reflejo de la recuperación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica. En Lugo, concretamente en la Serra do Courel, se está llevando un proyecto LIFE con financiación europea para favorecer la expansión de esta especie a nuevos territorios. Este oso podría pertenecer a este núcleo de población. También es posible que el oso procediera de núcleos de población de los Valles Occidentales del Alto Sil (León) o occidente asturiano.
Ballesteros considera que Courel (Ourense) es un área potencial de hábitat para el oso y, además, considera que no hay una percepción negativa por parte de los habitantes del mundo rural. Por ello, lo considera de “gran importancia para la conservación global de la especie”.
La Fundación Oso Pardo, de igual manera, considera fundamental con esta expansión del oso, dotar a la población local que convive con el oso pardo con la información necesaria. Además es necesario prevenir los posibles daños que este animal pueda ocasionar para no generar conflictos entre el oso y le humano. Ballesteros recalca que “Estos son pocos (daños), básicamente algunos ataques a colmenares, y son fáciles de evitar protegiendo las colmenas con pastores eléctricos”.
Fuente: Agencia SINC, bajo licencia de Creative Commons 4.0. Lea el original aquí.