
A pocos días de comenzar la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA Qatar 2022, la euforia y el fanatismo despiertan miles de expectativas sobre este nuevo encuentro deportivo. Sin embargo, pocas son las conversaciones sobre los impactos ambientales de un evento de tal magnitud.
Por un lado, se ha instalado el eslogan de que el Mundial de Qatar 2022 será el más sostenible de la historia, donde el punto argumental se encuentra en la construcción de los estadios, la gestión de residuos, el uso de desalinizadores de agua del mar y la energía solar.
Desde la web oficial de FIFA, en la sección de sustentabilidad, se habla de la eficiencia de los propios estadios, donde el estadio 974 es su máximo exponente porque ha marcado un antes y un después en cuanto a innovación, diseño y sostenibilidad. Es el primer estadio cubierto, desmontable y reutilizable por completo al estar construido íntegramente por contenedores de transporte y acero modular.
Lo que se olvida en esta presentación que parece tan prometedora ambientalmente, son las condiciones en que se realizó la construcción de los estadios. Desde Amnistía Internacional, se ha denunciado el hecho de que migrantes procedentes de Bangladesh, India y Nepal que trabajaban en la reforma del emblemático estadio Jalifa y el ajardinado de las instalaciones deportivas y zonas verdes circundantes fueron explotados con trabajo forzado, y que la mayoría no podían cambiar de trabajo, no podían salir del país y tuvieron que esperar meses para cobrar sus salarios.
Este hecho no hace más que evidenciar que al pensar en el concepto de sostenibilidad, se olvida una parte importante que incluye al aspecto social. Esto lo reafirma el ambientólogo Enoch Martínez en su pódcast El Charco titulado El Mundial de Qatar es insostenible, al mencionar que 6500 trabajadores han muerto durante la construcción de los seis estadios y la remodelación de otros dos; y que estaban desahuciando a los trabajadores de sus casas para dejar sitio a los turistas, y como si no fuera suficiente abuso, muchos trabajadores que han protestado por no recibir sus sueldos, fueron automáticamente deportados del país.
Otro aspecto que resaltan desde los sitios oficiales del Mundial es la famosa neutralidad de carbono, frente a esto Enoch nos recuerda que el porcentaje de energía renovable en Qatar es del 0%, ya que utilizan 100% energías fósiles, y que sobre este aspecto el Banco Mundial sitúa a Qatar como el país con más emisiones de CO2 per cápita del mundo.
No se desconoce el hecho de que desde la organización del Mundial, han implementado diferentes acciones para disminuir el impacto ambiental, como ya se ha mencionado anteriormente, entre algunas acciones están los desalinizadores y la reutilización de agua, la red de transporte público que han puesto a disposición, y las medidas de gestión de residuos, pero si bien se celebran estas implementaciones no se debe desconocer que son medidas ya utilizadas, y que son inherentes al país. Es por esto que no deberían anunciarse ni como novedad ni como innovación.
El eslogan del Mundial de Qatar como el más sostenible de la historia ya está presentado, aunque parece más greenwashing que otra cosa, ¿tú que opinas?
Si quieres escuchar la opinión de Enoch Martínez sobre este tema, te compartimos este podcast.
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