Los carroñeros son animales que se alimentan de cadáveres de otros animales, eliminando los cuerpos moribundos de la zona. Aceleran los ciclos de los nutrientes y eliminan posibles fuentes de enfermedades infecciosas. De esta manera mantienen el ecosistema saludable.
En una investigación coordinada por investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche, colocaron cámaras de foto-trampeo en diferentes partes del mundo se dieron cuenta de que hay muchos carroñeros en algunas áreas y pocos en otras. El porqué de esta distribución es algo que tiene a los científicos en vela.
Lo normal en cuanto a la distribución de especies
La distribución de las especies en todo el mundo depende de la interacción de muchos factores. Sin embargo, las condiciones climáticas son el factor que más influye en esta distribución latitudinal de especies, según numerosos estudios.
Los estudios sugieren que hay una mayor riqueza de especies, es decir, un mayor número de especies distintas, en los trópicos. Esta riqueza va disminuyendo según nos acercamos a los polos. Aún así, no hay un consenso científico respecto a esto.
Algo en lo que sí están de acuerdo los científicos es que uno de los factores que influye en gran medida en la distribución de las especies son los impactos derivados de las actividades humanas.
¿Qué ocurre con los carroñeros a nivel local?
El impacto de las actividades humanas a escala local sobre los carroñeros puede ser positiva o negativa.
Por un lado, es positivo para la presencia de carroñeros las actividades ganaderas tradicionales, los programas de conservación y los muladares (Según la RAE: lugar o sitio donde se echa el estiércol o la basura, aunque en este contexto se refiera a donde se dejan los animales muerto de la ganadería). Por otro lado, la pérdida de hábitat, la caza furtiva o el envenenamiento tienen un efecto evidentemente negativo.
Lo impactante viene a escala global
Surge ahora la pregunta de: ¿qué afecta más en la distribución de los carroñeros a escala global? ¿Las variables climáticas o el impacto humano? Para resolverla, colocaron cámaras de foto-trampeo por todo el globo para cuantificar la riqueza de especies de cada zona. En total fueron 43 áreas de estudio en 17 países diferentes de los 5 continentes.
Posteriormente, anotaron por un lado las condiciones climáticas, como la lluvia y la temperatura; y por otro lado el índice de huella humana; es decir, un indicador que evalúa el impacto humano sobre el medio ambiente.
Con estos datos, los investigadores analizaron cuanto afectan estos factores a la distribución global de los carroñeros y los resultados fueron sorprendentes. Los lugares con menos especies fueron aquellos donde el índice de huella humana era más elevado, anulando totalmente el factor climático.
Esto quiere decir que el ser humano ha eliminado cualquier posible patrón de distribución natural en los carroñeros a nivel global. Las consecuencias de esto puede ser muy graves debido a la importancia que tienen estos animales en la salud del ecosistema.