
La digitalización del mundo es un proceso fácilmente apreciable que afecta a numerosos ámbitos, tanto en nuestra vida privada como en sectores enteros de trabajo. Esa misma digitalización persigue la agricultura, pues favorecerá la cooperación en toda la cadena de valor y ofrecerá grandes oportunidades, incluso a aquellos pequeños y medianos agricultores.
Por un lado, tecnologías como la robótica, el Internet de las Cosas (IoT), la cadena de bloques o la inteligencia artificial tienen el potencial de hacer la agricultura más sencilla, sostenible, rentable y competitiva, pero, por otro lado, se teme que pueda haber una brecha digital entre aquellas explotaciones que pueden y no pueden contar con esta tecnología.
Transformación de la producción de alimentos
Con el crecimiento de la población mundial y muchos recursos naturales deteriorados, la necesidad de generar más alimentos con menos y, al mismo tiempo, preservando el medio ambiente, hacen que la producción de alimentos esté sufriendo un cambio drástico en los últimos años.
Dado que la producción de alimentos depende del clima y la ubicación, no hay una solución universal para todos los casos. Sin embargo, existen algunas formas de favorecer esta transformación, como practicar y promover técnicas de agricultura sostenible; monitorizar las condiciones meteorológicas y adaptar las actividades de campo en base a ellas; o realizar análisis frecuentes de la producción para solventar posibles problemas lo antes posible.
¿Cómo digitalizar la agricultura y volverla más sostenible?
Digitalizar la agricultura implica apoyarse lo máximo posible en las mejoras tecnológicas para facilitar la labor. La previsión meteorológica, las imágenes de alta resolución o, incluso, la biotecnología son algunos ejemplos de esa tecnología a implementar.
Análisis de imágenes de satélite
El uso de datos de satélite no solo es muy cómodo, también es muy útil, al poder ver la totalidad del campo sin estar físicamente presente en él. Las imágenes de satélite se analizan con diferentes índices espectrales como, por ejemplo, el índice de vegetación NDVI, para revelar el estado real de los cultivos, pues ciertas características no son visibles al ojo humano. Además, las imágenes de satélite permiten una monitorización del campo en tiempo casi real.
Para llevar a cabo análisis de imágenes de satélite con el NDVI y otros índices de vegetación, EOS Crop Monitoring es la herramienta indicada. Una de las funciones más importantes que deriva del índice NDVI es la de zonificación, que divide el campo en función de la productividad de cada zona, de modo que se pueda realizar una aplicación de tasa variable de los insumos. EOS Crop Monitoring también cuenta con un sistema de notificaciones que avisa al usuario ante cualquier cambio que sucede en el campo. La plataforma cuenta con datos históricos de hasta 5 años de la productividad del campo y datos meteorológicos históricos desde 2012. Además, la plataforma muestra datos como la temperatura máxima y mínima del día, la tasa de precipitaciones, las etapas de crecimiento de los cultivos y mucho más.
Internet de las cosas (IoT)
La principal ventaja del IoT es la conectividad entre todos los dispositivos con el fin de automatizar procesos. Gracias a esto, se pueden recoger datos valiosos de diferentes fuentes (por ejemplo, sensores colocados por el campo) que harán que la empresa sea más eficiente, mejorando la calidad final de producto. Además, dada la cantidad de datos recogida, junto con el software que los aglutina y analiza, se puede minimizar el riesgo y elaborar un plan efectivo para cosechar y distribuir los alimentos.
Automatización
La automatización permite, entre otras cosas, solventar el problema de la mano de obra que afecta de forma frecuente a la agricultura. En algunos casos, esta automatización hace que la gestión de la explotación sea más fiable y precisa.
Esta opción reduce de forma notable el trabajo físico que deben realizar las personas en el campo y, si bien exige un cierto desembolso inicial, a la larga ayuda a reducir los costes considerablemente. Entre las opciones más típicas de automatización que se pueden encontrar en el campo se encuentran los sistemas de riego, sensores de detección o maquinaria de recogida de la cosecha.
Monitorización de las condiciones meteorológicas
El clima es una parte importante en el desarrollo de la actividad agrícola, por lo que saber de antemano las condiciones climáticas que se darán en el campo permite planificar de forma efectiva dichas actividades, con el fin de evitar el desperdicio de insumos y la posible contaminación del medio ambiente.
Esto es especialmente en aquellas zonas donde el agua dulce puede escasear, sobre todo en verano, pues evita regar el campo justo cuando va a llover.
¿Cuáles son los beneficios de digitalizar la agricultura?
Las mejoras de digitalizar la agricultura son notorias, empezando por esa deseada sostenibilidad que cuide del medio ambiente. Pero no es la única, la transformación digital aporta un mayor rendimiento con un menor coste, reduciendo la carga de trabajo físico intenso de los empleados y aumentando la transparencia en toda la cadena de suministro.