
Un reciente estudio de este año 2020, alerta sobre el colapso de insectos en la selva amazónica, debido a periodos más secos y cálidos provocados por “El Niño”, en esta zona del planeta. Esto no debería ser un problema si no fuera porque el Cambio Climático está cambiando en la dinámica natural de recurrencia de “El Niño”.
El estudio se realizó con especies de escarabajo del estiércol, observándose una disminución de más de la mitad de la población. Las causas de esta caída fueron intensas sequías e incendios forestales intensificados por los cambios en las dinámicas naturales de “El Niño”, sin olvidarnos del efecto de la perturbación humana directa.
Hasta ahora los estudios sobre la alteración del Amazonas no trataban la fauna. Cabe destacar que los insectos tienen un gran papel en el funcionamiento del ecosistema. En concreto, el escarabajo del estiércol es clave para dispersar semillas y nutrientes. Por ello, los insectos son utilizados como indicadores de la salud general del ecosistema.
Para el estudio se realizaron mediciones entre los años 2010 y 2017, en parcelas dentro del Amazonas. Lo que observaron fue algo alarmante. Mientras que en 2010 el número de escarabajos era de 8000 por parcela, en 2017 tan solo podían contarse unos 2600 escarabajos.
El Dr. Filipe França del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster e investigador asociado de Embrapa Amazônia Oriental en Brasil declaró que «La pérdida de estos escarabajos del estiércol podría indicar un problema más amplio. Los mamíferos que viven en el bosque también pueden haber sucumbido a la sequía y los incendios. Los escarabajos de estiércol dependen de los excrementos de los mamíferos para anidar y alimentarse, por lo tanto, es probable que disminuyan los escarabajos debido a una pérdida de mamíferos asociada a los incendios y las sequías intensificadas por de El Niño».
Además, los científicos recalcan la importancia de los escarabajos en la regeneración del bosque, y lo difícil que será llevar a cabo este proceso tras un incendio o un periodo de sequía al no disponer de suficientes insectos.Por último, el Profesor Jos Barlow, de la Universidad Federal de Lavra en Brasil y la Universidad de Lancaster recordó que «Los bosques tropicales de todo el mundo están cada vez más amenazados por el cambio climático antropogénico, las perturbaciones humanas locales y los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y severos. Necesitamos acciones para mitigar el cambio climático y la crisis de biodiversidad si queremos preservar los servicios ecosistémicos a las personas de generaciones futuras».