
Seguro has escuchado hablar de crisis energética, aumentos en las facturas de luz y gas, y de una estrategia llamada “tope de gas”, pero qué significa realmente una crisis de energía y como se relaciona con todo lo anterior.
Como primera impresión, reconocemos que no son buenas noticias, y de hecho no lo son. No obstante, siempre que se presenta una crisis, también hay espacio para que otras oportunidades o alternativas cobren protagonismo.
En este artículo conoceremos en detalle cuáles son las claves para entender el contexto actual respecto a las energías convencionales, y cómo puede ayudarnos la energía solar en esta crisis energética.
¿Qué significa que estemos viviendo una crisis energética?
Toda crisis contempla una escasez que genera un desequilibrio en el sistema, en este caso nos referimos a que por primera vez podríamos enfrentar el hecho de que falte energía para abastecer a todo el mundo.
El origen de esta preocupante situación, tiene varios factores, pero no podemos desconocer que la invasión de Rusia a Ucrania ha sido uno de los aspectos desencadenantes de todo el contexto actual. Con la decisión del país invasor de cerrar los suministros energéticos de gas a toda Europa, ha ocasionado que los gobiernos tengan que tomar medidas urgentes para prevenir un futuro escenario caótico.
Ahora bien, por qué esta medida del gobierno ruso afecta directamente a nuestro modelo energético, para entenderlo necesitamos saber que nuestro sistema de producción de energía requiere de grandes cantidades de gas y de petróleo para alimentarse.
Al cerrarse la provisión de gas, y entrar en juego las reglas del mercado de oferta y demanda, se genera una situación donde al crecer la demanda respecto a la oferta, los precios que se deben pagar para acceder a este servicio van a aumentar sin escala, trasladándose a la factura final de luz y gas que llega a cada hogar de Europa. Y si a esto sumamos que estaremos transitando la época invernal, donde el consumo de energías naturalmente aumenta, el panorama no resulta muy alentador.
¿Qué decisiones han tomado algunos países de Europa frente a esta crisis energética?
Países como España y Portugal han tomado medidas preventivas frente a este escenario de desabastecimiento. Una de estas estrategias se conoce popularmente como “tope de gas” y refiere a la limitación en el precio máximo del gas, para impedir que este aumente de forma descontrolada y se traslade al precio de la electricidad.
Para entender esta relación de forma simple, precisamos saber que nuestro sistema de precio de la electricidad está regido por el último kWh que entra en el mix, que se identifica como el más caro de producir y que en este momento es el gas. Es por esto que al limitar el precio del gas, se limita el precio a toda la electricidad producida.
Aunque a decir verdad hemos evidenciado aumentos en el precio de la electricidad, sin esta medida los aumentos serían mucho mayores. Esto es porque aunque esté limitado el precio del gas, las compañías energéticas necesitan comprarlo, y esto les ocasiona pérdidas que como usuarios debemos cubrir de forma temporal. Es por esto que hemos registrado un elemento extra en las facturas que pagamos, este extra representa esa compensación por las pérdidas de las empresas energéticas. Lo que debemos tener en cuenta es que ese extra es un mínimo comparado con el que hubiésemos tenido que pagar si no existiera el tope de gas.
¿Qué importante papel juegan las energías renovables, como la solar, en esta crisis energética?
La energía solar se constituye como una oportunidad tanto a corto como a largo plazo que se puede aprovechar para disminuir el impacto de la crisis energética.
Afortunadamente, en los últimos años hemos evidenciado un gran avance en España respecto a la producción de energías renovables, y entre las que se destaca el crecimiento de la energía solar. No obstante, este crecimiento podría ser aún mayor si como ciudadanos apostamos a recorrer el camino de las renovables, que no son solo una posible solución a la crisis ambiental, sino que también representan un factor determinante para superar la crisis energética.
Aumentar el número de instalaciones solares, tanto en los hogares como en las industrias, puede significar un gran ahorro energético a nivel nacional, y de esta forma permitirnos romper al menos en parte con la dependencia absoluta del gas como productor de electricidad.