
En este episodio de PLANETA AGUA, volvemos a viajar hasta aguas mexicanas pero, esta vez, en busca de…¡¡ballenas jorobadas!! Las grandes cantantes del océano siguen escondiendo muchísimos secretos y con nuestro invitado de este programa hemos podido descubrir muchos de ellos. Con su relato, Óscar S. Aranda nos ha transportado hasta una embarcación de whale-watching y nos ha hecho vivir momentos increíbles con estos animales.
Óscar es biólogo, escritor y un gran amante de todas las formas de vida de nuestro planeta como bien narra en el fantástico libro “El lenguaje secreto de la naturaleza”. Dedicó gran parte de su vida a la conservación de las tortugas en México y consiguió compaginar esa vocación con un trabajo también apasionante: guía en un barco de whale-watching en la Bahía de Banderas (México) que, además, colaboraba en diferentes proyectos de investigación vinculados a las ballenas jorobadas.
Te dejamos más abajo el reproductor del podcast y la entrevista por escrito.
Podcast de Planeta Agua sobre ballenas jorobadas en aguas mexicanas
Te dejamos aquí el reproductor del programa número 06 del podcast Planeta Agua, dirigido por Natalia Pérez Valle, sobre ballenas jorobadas en aguas mexicanas. Entrevista realizada a Óscar S. Aranda.
Escucha»Ballenas jorobadas en aguas mexicanas, con Óscar S. Aranda | Planeta Agua #06″ en Spreaker.Entrevista a Óscar S. Aranda sobre ballenas jorobadas en aguas mexicanas
Hola Óscar, bienvenido a Planeta Agua y muchísimas gracias por estar con nosotros en este episodio.
Gracias por invitarme, es un placer.
Bueno Óscar, cuéntanos, ¿cómo es que trabajaste con estos animales tan especiales y cómo fue esa experiencia?
Bueno, pues como cuento un poquito por encima en mi libro, el tema de las ballenas también me llegó por suerte. Necesitaba complementar mis actividades de conservación de tortugas con algún trabajo que fuera pagado, que me permitiera tener ahorros y poder mantener el proyecto de tortugas durante el verano y, es curioso, casualmente, las ballenas jorobadas van a esa zona, en esa región del Pacífico mexicano a la que nos hemos desplazado en este episodio, durante el invierno, que es cuando no hay tortugas. Así fue como encontré una oportunidad perfecta para dedicarme durante el invierno a las ballenas y durante el verano a las tortugas marinas y comencé como guía turístico. Afortunadamente, era una época en la que no había mucha oferta de biólogos y encontré la oportunidad de empezar a trabajar en ello. Después me fui especializando, fui adquiriendo experiencia, me ascendieron a capitán y ya podíamos tener un poquito más de libertad, de irnos más lejos, hacia las islas y otras zonas donde se había explorado menos y aprovechábamos para hacer la combinación de ecoturismo de ballenas, con investigación. De esa manera, la salida era con doble propósito: los turistas nos pagaban la salida por un lado y la investigación que se realizaba durante toda la mañana, por otro. Gracias a todo esto, se pudieron registrar colas de ballenas con las que se ha podido (foto)identificar a diferentes individuos, estudiar su comportamiento y coger un montón de datos.
Genial que menciones el tema de la foto-identificación porque una gran mayoría de especies de cetáceos se foto-identifican mediante las aletas dorsales, pero no es así con las yubartas, ¿verdad?
No, el caso de la ballena jorobada es muy interesante porque sus dorsales son bastante particulares, no están muy marcadas en muchos casos y pueden resultar confusas a la hora de trabajar con ellas, pero las colas o aletas caudales son mucho más fáciles de reconocer. Estas ballenas tienen un mecanismo de hiperventilación que consiste en lo siguiente: están en la superficie durante unos minutos hasta que recargan el oxígeno en todo su cuerpo y cuando se sumergen (van a pasar algunos minutos debajo del agua) sacan la cola de una forma espectacular. La cola es como una huella digital; hay desde negras hasta blancas y claro hay puntos intermedios. Además, las colas llevan cicatrices, las marcas de mordeduras de orcas, de otro tipo de interacciones…que hacen que cada cola tenga una serie de rasgos únicos, como ocurre con las aletas dorsales de los delfines pero, claro, con una cola que puede llegar a medir casi 5 metros de ancho. Esta foto-identificación, nos permite rastrear de una manera mucho más sencilla la ruta que estos animales siguen. Si la fotografiamos en México, pero luego alguien la fotografía en Estados Unidos y, posteriormente en Alaska, por ejemplo, podemos aproximarnos más a conocer sus rutas, lo que, después, nos permitirá protegerlas.
¡Qué interesante, Óscar! Bueno, La Bahía de Banderas, en México, es el lugar donde estuviste trabajando con estos animales y era llamado antiguamente “bahía de las jorobadas”, por la altísima presencia de estas ballenas en esas aguas. ¿Qué hace de esta zona un lugar tan importante para estos animales.
Para ubicar a nuestros escuchas, decir que La Bahía de Banderas, es una de las bahías más grandes de Norteamérica. Está en el Océano Pacífico, más o menos a la mitad de México, para ubicarlo geográficamente, debajo de la península de Baja California. Las aguas situadas en el interior de la península de Baja California son el famoso “Mar de Cortés” que termina, más o menos, en la zona de La Bahía de Banderas. Es un agua con una riqueza impresionante a la que acuden las ballenas que están migrando durante el invierno desde todas las aguas frías de Alaska, las costas de Canadá y Estados Unidos. La bahía tiene la confluencia de varias corrientes y tiene una zona de gran profundidad, de unos 1500 metros de profundidad, y otras zonas de entre 30 y 40 metros. Además, tiene una perfecta forma de herradura donde las ballenas se sienten mucho más seguras. Cómo tiene esa gran profundidad, tiene características de una zona oceánica, pero a su vez, presenta una gran estabilidad de temperatura y un sitio en el que las ballenas pueden estar tranquilas y, por ello, ha sido una zona tradicional de paso y de dar a luz a sus crías.
O sea que lo utilizan como zona de cría. ¿Y cuánto tiempo se quedan, más o menos, allí con los ballenatos?
Normalmente, la migración comienza en otoño y llegan, más o menos, para para los meses de noviembre – diciembre. Los machos se quedan más o menos un mes. Las hembras que van a dar a luz son las que más tiempo se suelen quedar, hasta finales de febrero-marzo, aproximadamente. Algunas se aventuran a seguir mucho más al sur y claro, entre las que van y las que vienen, se puede observar ballenas desde noviembre hasta mayo, más o menos, pero como la ballena está protegida, la ley no permite que las embarcaciones vayan y se acerquen a verlas una vez pasado marzo, por lo que se dice que la temporada es de diciembre a marzo, más o menos.
Como te comentaba, las que más tiempo se quedan, las que se pueden ver en las últimas fechas de la temporada, las últimas en irse, son las madres que tienen ballenatos.
¿Cuánto dura el período de gestación de esta especie?
El promedio está entre 10 meses y un año. Este tiempo de período de gestación hace que estén muy bien sincronizadas: van a La Bahía de Banderas un año a reproducirse y vuelven un año después a dar a luz a su ballenato. Este, que permanece con su madre un año, conoce la ruta migratoria a través de ella. Tras dejar La Bahía de Banderas unos meses después de haber nacido, aprenderá el camino de ida y, un año después, cuando la madre se dirija de nuevo a la bahía, aprenderá el camino de vuelta. Tras cumplir un año juntos, el ballenato se separa de su madre y a partir de ese momento, hablamos de un individuo juvenil. Estos individuos son más juguetones, se pasan el día paseando y jugando. Por su parte, la madre, tras separarse del ballenato, vuelve a entrar en celo (y si no, al año siguiente). Con todo esto, lo que podemos ver en la bahía son madres con sus crías, por un lado, y machos y hembras reproduciéndose, por otro.
Cuando las hembras entran en celo, se forman unos grupos espectaculares de ocho, doce, veinte ballenas juntas. Hay un macho líder en el grupo, que es el que va a ir al lado de la hembra y, después, se sitúan todos los demás en una especie de filas por jerarquía.
Y, bueno, ya nos han dado alguna pista, pero, cuando dejan la zona, ¿a dónde se dirigen?
Es curioso comentar que muchos de los machos (también ocurre en hembras pero es mucho más frecuente en machos), en lugar de regresar a las zonas de alimentación, se van a otras zonas como Hawaii, a buscar más oportunidades de reproducción. Sin embargo, la mayor parte de los individuos, tras dejar la bahía, se dirigen a zonas de aguas frías, que son aguas muy productivas, muy ricas, llenas de alimento, hacia el norte: costa norte de Estados Unidos, Canadá y Alaska.
¿De qué se alimentan, que buscan en esas zonas de alimentación?
Bueno, también es muy interesante porque claro todos los misticetos (ballenas con barbas) tienen sus propias preferencias de alimentación. En el caso de las ballenas jorobadas se inclinan por peces un poco más grandes. Hay ballenas que prefieren el krill, que son que son crustáceos muy pequeñitos, hay algunas como la ballena gris que prefiere buscar algunos invertebrados en el fondo del mar, pero bueno, centrándonos en las jorobadas, decir que se centran principalmente en las anchovetas, que son como los boquerones que tenemos en España, un poquito menos alargadas, más gorditas y pueden llegar a comer hasta sardinas. Estamos hablando de peces que van desde el tamaño de un dedo índice, más o menos, hasta más o menos la palma de una mano. También pueden buscar momentos de afloración de crustáceos y aprovechan para alimentarse del krill, pero prefieren los peces. Normalmente sólo se alimentan en el norte, donde ganan toda esa grasa que necesitan para poder migrar, esa migración que les va a costar tanta energía. Pero, a veces, en años no-niño, puede haber aguas muy frías (y, por tanto, una presencia de mayor número de peces) en lo que serían las zonas de reproducción y eso permite ver cómo se alimentan también en estas zonas, aunque no es lo normal.
Todxs tenemos las imágenes en la cabeza de estos animales abriendo muchísimo la boca, cogiendo agua y todo el alimento que lleva dentro, pero además de este comportamiento general, ¿hay alguna técnica exclusiva o especialmente llamativa en esta especie?
Existen un montón de técnicas, aunque la más llamativa puede que sea la de la red de burbujas (bubble-net feeding). Las ballenas se reúnen alrededor de un cardumen de peces y los empiezan a rodear. En esa posición, esperan a una orden (acústica) de otra ballena que les va a indicar cuando es el momento ideal para comenzar a abrir sus bocas. Una hace una especie de espiral y va estrechando el círculo alrededor del cardumen y va soltando aire por las narinas (orificios nasales) consiguiendo soltar burbujas muy finas con la que van creando una red que poco a poco va subiendo. Los peces se asustan y no se atreven a cruzar esa barrera de burbujas, lo que les empuja hacia la superficie. Cuando los peces están en superficie, hay una ballena que empieza a emitir unos sonidos que parecen chillidos de elefante que indican al resto que es el momento ideal para empezar a salir con la boca abierta en la superficie y…¡es espectacular! Gracias a la elasticidad de sus pliegues ventrales, la boca se expande muchísimo y son capaces de coger toneladas de agua (y el pescado que va dentro). Los peces empiezan a saltar y solo tienen bocas donde caer. Si no es en la boca de alguna ballena, será en la boca de algún pelícano o gaviota.
Bueno Óscar, ya hemos mencionado un par de veces el tema de la comunicación así que…¡es el momento! ¡vamos con ello!
Esta especie es realmente conocida por sus complejos cantos. ¿Qué se sabe sobre ellos?
Lo más curioso que se sabe hasta ahora es que solo los machos cantan. La estructura del canto es muy muy compleja, con frases, temas, canciones. Esa canción la pueden repetir en diferentes sesiones, ¡como si un DJ se tratase! Las canciones de una población van cambiando con el paso del tiempo y también son diferentes entre poblaciones distintas. Aun no se sabe “cómo se ponen de acuerdo” para que todos los individuos (siempre machos) canten la misma canción. Durante la temporada uno se va acostumbrando a la canción. Tiras el hidrófono al agua y les escuchas. El macho está cantando solo y en una posición boca abajo, en un ángulo como de unos 45 grados o un poquito menos. Con el paso de los días te vas acostumbrando a la canción y al final sabes que ahora viene un “blup”, ahora viene un “flick”. Claro, los turistas flipaban porque, efectivamente, luego venía un “blup” o un “flick”. Al final de la temporada se empieza a notar un pequeño cambio.
Otro tema a tratar sobre los cantos de estos animales es el significado de las canciones. Inicialmente, se creía que era para llamar a las hembras, pero con el paso de los años se descubrió que solo otros machos son atraídos por el animal que canta. Es decir, el canto va dirigido a machos. Las hembras no se acercan al cantor. Se cree que es para establecer una jerarquía entre individuos , pero, aun no está nada claro el fin de estas sesiones.
Otra cosa curiosa sobre la acústica en estos animales es que no tienen cuerdas vocales y carecen de estructuras como el melón de odontocetos para la propagación del sonido. Entonces, ¿cómo lo hacen? Hasta hace poco no se sabía nada y, a día de hoy, aun hay mucho por conocer pero lo que se sabe es que estos animales tienen una especie de válvula entre los pulmones y la laringe, una especie de saco, denominado saco laríngeo que se infla y desinfla. Es como una bolsa a la que la ballena puede mandar parte del aire de los pulmones (similar al mecanismo de desviación de aire desde los pulmones a los sacos aéreos situados bajo el espiráculo en odontocetos). Entre los pulmones y este saco o bolsa, tienen unos pliegues cartilaginosos en forma de U, rodeados de músculo y cuyo movimiento provoca el movimiento del aire también (como harían los denominados «labios de mono» en odontocetos) y, por fricción, se crea un sonido dentro. Después, toda la masa de alrededor de estas estructuras va a amplificar el sonido (lo que haría el melón en odontocetos).
Las yubartas, como otras especies de cetáceos, se pueden encontrar a nivel mundial, en prácticamente todas las aguas del planeta. En otras especies de cetáceos donde también se ha descrito esta distribución tan amplia se ha visto que, aunque pertenecen a la misma especie, las poblaciones presentan diferencias. ¿Ocurre lo mismo entre las poblaciones de yubartas?
Sí. Por ejemplo, los individuos del Atlántico son un poquito más grandes que las del Pacífico. Pero, sin duda, la diferencia más clara está en la coloración del vientre y la cola. De manera general, las ballenas del Hemisferio Sur tienen un color mucho más claro (vientre y cola blancos) que las del Hemisferio Norte.
El mayor depredador de estos animales son las orcas. Durante tu trabajo tuviste la oportunidad de presenciar un ataque, ¿verdad?
Afortunadamente, no presencié el ataque como tal, sino los momentos de después del mismo. Es cierto que las orcas atacan a las jorobadas pero solo a los ballenatos. Aquel día del que hablo en el libro, cuando yo llegué ya solo quedaban los restos con los que las orcas estaban jugando. La madre seguía allí y estaba súper cabreada, imagínate por el dolor por el que pasan, porque son horas de lucha.
Las orcas son las dueñas del mar pero, aun así, no les resulta fácil hacerse con el ballenato, ¿no?
¡No! De hecho, la mayoría de las veces, las orcas fallan, la tasa de éxito es muy baja. Generalmente, el episodio termina con un bebé con la cola mordisqueada y con alguna herida, pero nada más. La madre tiene una capacidad de lucha tremenda y, además, tiene una estrategia de apoyo: la madre pide ayuda y, cuando se da un ataque así, se ve cómo otras ballenas empiezan a llegar hasta echar a las orcas. De todas formas, para evitar llegar a que se produzca un ataque, las madres con crías suelen mantener un perfil muy bajo: están en zonas de baja profundidad, no hacen ruidos…hasta que llega la época en la que el ballenato empieza a jugar para ejercitar sus músculos, empieza a dar colazos, a saltar… y entonces ya es mucho más fácil que las localicen.
Además de tener depredadores naturales, las yubartas se han tenido que enfrentar históricamente a otros problemas que les hemos generado los seres humanos. Uno de lo más graves, fue el deterioro de las poblaciones por la industria ballenera ¿A qué nivel fue cazada esta especie por dicha industria?
A día de hoy y desde que se decretó su protección y la prohibición de su caza, se calcula que aun no se han recuperado las poblaciones. La industria ballenera comenzó cazando a las ballenas azules (Balaenoptera musculus) , después siguió con los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) y cuando ya prácticamente no quedaban grandes rorcuales, se fueron a por las jorobadas (Megaptera novaeangliae). En concreto, la población del Pacífico, fue la más diezmada por esta industria. De las ballenas se aprovechaba todo, absolutamente todo y aunque lo que era más importante a nivel comercial eran las grasas, también existían factorías que se encargaban del aprovechamiento de la carne, las barbas…
En la actualidad ya no se enfrentan a la industria ballenera (la caza de ballenas solo está permitida para lo que la IWC llama “caza de subsistencia”, es decir, sin comercio/venta detrás, solo para que una población humana pueda subsistir), sin embargo, deben hacer frente a otras amenazas y la principal es la pesca por dos razones: la primera, por la competencia directa entre el ser humano y las ballenas por el alimento. Esta especie consume peces de pequeño y medio tamaño, como sardinas y anchovetas y este tipo de pescado es recogido en toneladas por la industria pesquera; y la segunda, por el enmallamiento que sufren estos animales con las redes. La segunda gran amenaza a la que se enfrentan las grandes ballenas son las colisiones con embarcaciones, tanto con los buques de carga como con las hélices de embarcaciones más pequeñas. Esto último, en México es muy común, es algo de lo que se habla poco pero hay imágenes terribles sobre este hecho. Hay una ballena a la que llamábamos “Acordeón” por las marcas que tiene de la hélice que tiene en su zona dorsal. Esa ballena, milagrosamente, logró que las heridas cicatrizasen y se salvó pero muchas otras no tienen tanta suerte, reciben un golpe en la cabeza y no hay posibilidad de que sobrevivan. También es común que los ballenatos se encuentren con este problema por inexperiencia…salen a respirar y si pasa cualquier barco, no tienen posibilidad de sobrevivir.
Go Deeper
Durante la entrevista, Óscar nos ha recomendado que antes de hacer una salida de whale-watching, investiguemos un poco sobre las empresas de la zona y tratemos de elegir aquella que apoye a algún proyecto de investigación y conservación de manera paralela a la actividad de avistamiento. En muchas ocasiones, encontraremos que esta opción es más cara que otras donde solo salimos a ver delfines, pero eligiéndola, estaremos contribuyendo a la conservación y protección de estos animales, iremos en grupos más reducidos en la mayoría de los casos y disfrutaremos mucho más la experiencia.
Además, nos ha dejado los siguientes enlaces sobre empresas responsables de whale-watching y ONGs en México, donde nos comenta que hay que ir al menos una vez en la vida a ver a las ballenas:
https://ecobac.org (ONG Investigación)
https://www.ecotoursvallarta.com (Empresa de ecoturismo)
https://rabenmexico.org (Red mexicana de atención a enmallamientos)
También en British Columbia (Canadá):
www.mersociety.org
En Monterey Bay (USA):
www.montereybaywhalewatch.com
Y finalmente, ésta es una red de colaboradores globales para el seguimiento de ballenas. ¡Ciencia ciudadana! Gracias a ellos se han descubierto rutas increíbles.
happywhale.com
Podéis encontrar a nuestro entrevistado en Instragram y en Twitter como @oscarsaranda y en Facebook como Óscar S. Aranda. Además, os dejamos el enlace a su súper blog donde también podréis encontrar cómo comprar su libro «El lenguaje secreto de la naturaleza» que os aseguramos que os va a encantar:
https://relatosdelanaturaleza.org