
Siempre el ser humano ha tenido una visión del mundo bastante antropogénica. Se hacen trasvases de agua sin tener en cuenta que estos contienen vida, como si tan solo se transportase agua. Se quema una colina y se desalojan los pueblos cercanos, dejando que el fuego arrase con colmenas, nidos, ciervos o pequeños brotes. El cambio climático está provocando desplazamientos humanos pero, ¿qué pasa con todos esos animales y plantas que habitan esas zonas ahora inhabitables? Hablamos de refugiados climáticos no humanos.
Refugiados climáticos humanos
El cambio climático es una amenaza para todas las formas de vida, esto es una evidencia. Al igual que las guerras o las enfermedades, los efectos del cambio climático están provocando muchos afectados. En 2018, se registraron 17.2 millones de nuevos desplazamientos por desastres climáticos, según las últimas publicaciones del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC). Este mismo centro recogió un total de 157,8 millones de desplazamientos entre 2008 y 2014 por las mismas causas.
Un dato proporcionado por el grupo de investigación de Climate Central, formado por científicos y periodistas que investigan e informan sobre el cambio climático y sus efectos, bastante preocupante. Afirmaban que un incremento de 4ºC en la temperatura mundial, ocasionaría un aumento en el nivel del mar sumergiendo la superficie terrestre que alberga actualmente entre 450-760 millones de personas. Se espera que alcancemos esta temperatura para 2100.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) anunció que para 2050 las personas afectadas negativamente por la disponibilidad de agua dulce, debido a las variaciones climáticas, será superior a mil millones de personas.
Refugiados climáticos olvidados
Las personas se desplazan de sus hogares buscando un lugar apto para vivir, al igual que lo hacen los animales. En periodos de glaciaciones, la tierra se cubrió de zonas inhabitables, por lo que muchas especies de plantas y animales tuvieron que migrar para evitar la extinción a áreas con condiciones ambientales más favorables para su desarrollo. Estas áreas son llamadas refugios, fundamentales para la supervivencia de muchas especies.
Estos refugios, debido a la elevada tasa de aumento de temperatura global, son menos accesibles al disponer de menos tiempo para desplazarse hasta estos. Si a esto le sumamos la dificultad añadida que supone la fragmentación de hábitat por la agricultura y la edificación, la reducción de las poblaciones por caza, envenenamiento, atropellos, también la introducción de especies invasoras que debilitan a las autóctonas. Todos estos factores son problemas añadidos a la mochila con los que tendrán que cargar durante la migración.
¿Qué podemos hacer nosotras y nosotros?
Dentro de esta crisis climática que está provocando extinciones masivas debido a, entre otras causas, incendios de gran magnitud o inundaciones, es fundamental disponer de refugios para todos los desplazamientos que se están produciendo.
El ecólogo de la Universidad Charles Sturt, el Dr. Watson, sobre la importancia de proteger animales como los polinizadores durante la crisis climática, dijo: “La sequía actual ha devastado las zonas del interior: todo lo que puede moverse se ha desplazado, con muchas aves y otros animales móviles que migran a los bosques más húmedos y templados del sur y el este. Entonces, al considerar los impactos más amplios de estos incendios […] necesitamos incluir a estos refugiados climáticos en nuestro pensamiento”.
Un estudio reciente de la Universidad de Tecnología de Sydney ha demostrado que las áreas urbanas pueden albergar una mayor variedad de animales e insectos que algunos hábitats de matorrales, atendiendo a algunos aspectos.
Seguro que has visto en algún lugar de tu ciudad una pequeña casita llena de agujeros, esto se conoce como B&B, “bed and breakfast”, es decir, “cama y desayuno”. Es una serie de cajas con huecos artificiales para que en estos se alojen polinizadores. También se colocan cajas nido para aves, específicas para cada especie, y plantas polinizadoras en las inmediaciones para servir de alimento. En estas instalaciones seres como los pájaros, abejas, mariposas, escarabajos o murciélagos pueden acudir a descansar y recargar pilas.
En Australia se pretende realizar una autopista de B&B por las ciudades, colocando estas casitas en jardines, balcones o patios. Esta autopista conectaría tanto a plantas como animales, sirviendo de refugio u hogar intermedio hasta la regeneración de sus hábitat natural. Quizás esta medida debería ser adoptada por más paises.
Cómo construir tu propio hotel
Para aves
Para esta tarea tienes que informarte del tipo de fauna que frecuenta la zona en la que vives: conocer las especies, su alimentación y su comportamiento. Esto es importante para que se establezcan en tu nido puesto que, en ausencia de comida no seleccionarán ese hogar que le ofreces. Para más información de como alimentar revisa esta noticia. También algunas aves requieren nidos a mayor altura que otros, o necesitan que sus nidos sean más oscuros.
Una vez con esta información puedes comenzar a construir el o los nidos, adaptados para cada especie, y colocar plantas que le sirvan de alimento en las inmediaciones, pero siempre autóctonas, no vayamos a agravar el problema. Nuestra ave puede ser insectívora, por lo que las plantas también nos servirán para atraer al alimento. También es fundamental colocar agua para los baños que las aves se dan, y para su hidratación.
Para insectos
En este caso, la tarea es mucho más fácil. Con materiales reciclados como palets de madera o cajas, y con materiales naturales como arcilla, piedras, paja o palos, podrás crear el hogar para diversidad de insectos. Nunca utilices materiales que lleven pintura, barnices o sustancias tóxicas.
Para muchos de ellos realizar agujeros favorece su asentamiento al realizar en estos sus nidos. Con un taladro puedes realizar agujeros de 3-10 milímetros de ancho y no más de 30 centímetros de profundidad.
Al igual que en los nidos para aves, situaremos plantas autóctonas en las inmediaciones para proporcionar alimento a estos refugiados. La orientación del hotel debe ir acorde con el clima de tu zona, atendiendo a las horas de sol que recibirá. También se debe proteger de la lluvia.
¿Y el resto?
Nos faltaría refugiar al resto de mamíferos, reptiles, aves que no toleran la presencia humana, los enebros que allí quedan, los narcisos y los bulbos.
En Australia hemos visto cómo han acogido a muchos koalas y canguros, hidrátandolos y curando sus quemaduras. Es un pequeño avance, pero aún queda mucho por hacer. Ser conscientes de todos los animales que allí quedan tras una catástrofe y crear centros de recuperación de los mismos.
Reflexión final
Lo ideal sería no tener que refugiar, no tener que desplazarse por obligación y más por causas totalmente humanas que, en su momento, tuvieron la opción de ser reversibles. La realidad es que actualmente tan solo nos queda mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a ellos.
En esta situación no hay más remedio que reducir estos daños, y creando refugios ayudamos a muchas especies que lo necesitan. ¿Vas a construir tú alguno?